Para la Real Academia Española, “Relación”
significa exposición, trato, conexión. Creo entonces relevante pensar en relaciones
entre personas, relaciones que transcienden la lógica de “empleado-patrón” de
la época en que regían el mando y el control, y que considera a las personas
como “recursos”. Hoy con pirámides achatadas necesitamos algo más que “mano de
obra”, necesitamos que nuestro personal nos acompañe con creatividad e
innovación, autonomía y pasión por la tarea, compromiso, entre otras cosas.
Para ello la confianza entre las partes es la única posibilidad de evolución. Y
la confianza se construye a través de una relación en la que ambas partes son
importantes y conversan cotidianamente. Además sobran los ejemplos en que
cuando este contacto sucede, las personas se sienten valoradas y tenidas en
cuenta, y su rendimiento mejora.
Relaciones laborales, relaciones con el
personal, son funciones que tienen que recuperar el diálogo con todos quienes
forman parte de la organización.
Así como los representantes
gremiales tienen disponibles sus ocho horas para conversar con el personal bajo
convenio, también los líderes de las organizaciones tienen que destinar un
tiempo análogo para estar comunicados con su gente directamente, ya sea a
través de encuentros cara a cara o a través de los medios de comunicación
formal disponibles, ¿y por qué no? también a través de canales especialmente
dirigidos a este tan importante segmento
de la población corporativa.
El vínculo con nuestra gente debe
ser indelegable, es nuestro derecho y responsabilidad estar comunicados con
nuestro personal. De esta manera contribuiremos a elevar el nivel de diálogo y
enriquecer la interacción entre todas las partes, entre adultos en la empresa
de transformar la realidad. Mejoraremos así el clima laboral, las relaciones
entre jerarquías, las posibilidades de entendimiento y por ende los resultados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario